Miles de escritores que utilizan redes de literatura en Internet como Book Country, de Penguin, o Movellas, dirigida a los jóvenes, ya están recibiendo reacciones inmediatas, cambiando textos por impulso y consiguiendo lectores para su obra, sin importar lo que opine un editor.
Y es que gracias a este tipo de iniciativas, Internet ha derribado los muros de un terreno antes limitado, ya que cualquiera puede publicar su texto con unos pocos clics, un cambio que también crea demanda por recién llegados a la industria. “Los editores no quieren que les pase lo mismo que le pasó a la industria de la música”, ha comentado el presidente ejecutivo de la pequeña empresa Movella, Per Larsen. “Saben que el modelo de negocio editorial se ha roto”, ha añadido.
La industria discográfica ha visto cómo una explosión de la piratería en Internet les hace perder una enorme cantidad de dinero con la descarga generalizada de música, que antes sólo estaba en soportes físicos como discos, cintas o CD.
Al mismo tiempo, algunas bandas graban su propia música y la ponen directamente en Internet, saltándose a los grandes sellos intermediarios.
Movellas aspira a distinguirse de sus rivales por su estrategia global y su énfasis en los jóvenes que entran en el mundo de la escritura creativa a través de su red. “Queremos ser la comunidad número uno en el mundo para identificar nuevo talento”, ha asegurado Larsen.
Ya hay decenas de miles de textos publicados cada mes en la plataforma por jóvenes como Ebonie Mather, una británica de 19 años que ha publicado sobre todo poemas en la web. “Me encantaría ser escritora”, ha dicho, añadiendo que la crítica constructiva ayuda en su desarrollo.
Las reacciones son también una parte crucial del servicio de autoedición Book Country, creado el año pasado por el sello editorial Penguin para ayudar a encontrar nuevo talento en internet. “Esto nos da la forma de lanzar más lejos la red”, ha explicado la directora digital global de Penguin, Molly Barton.
The Berkley Publishing Group, parte de Penguin, firmó en enero un contrato de dos libros con Kerry Shafer, una especialista de salud mental en Estados Unidos, después de que la editorial leyera sus textos en la página.
Ingresos de millones
Movellas empleó historias de éxito asiáticas para construir el servicio, que por ahora está disponible en inglés y danés, en su página web y para dispositivos de Apple.
Su homóloga china, Cloudary Corp, la unidad de literatura online de la empresa de Internet Shanda Interactive, ha iniciado los trámites en Estados Unidos para una oferta pública inicial de unos 200 millones de dólares. Cloudary tuvo ingresos en 2011 por valor de 111 millones de dólares, con 70 millones de usuarios mensuales y 5,8 millones obras literarias en su archivo.
“Nuestro plan es encontrar talento y comercializar ese talento como Cloudary (…) de hecho creo que estamos a unos meses de seleccionar al primer autor al que se le ofrecerá publicar en papel”, ha declarado Larsen, de Movellas.
Movellas tiene un concepto interesante y un nicho de mercado atractivo, según analistas, pero ha despertado dudas en torno a los ingresos, que por ahora no existen.
“La gran pregunta es si Movellas puede encontrar un modelo de negocio, o conseguir suficientes usuarios y escritores para que sea interesante comprarlos para Amazon, Google o una gran editorial”, ha explicado Jogn Strand, fundador de la consultora Strand Consult.
Aunque encontrar un modelo de negocio podría ser un reto para la empresa, su jefe no teme que los jóvenes se centren en escribir en Facebook en lugar de Movellas.
“El contenido en Facebook tiene una esperanza de vida de minutos, en los mejores días, pero muchas historias serán grandes historias también dentro de 30 ó 40 años”, ha afirmado.
Fuente: elEconomista.es
Artículos relacionados
Etiquetas: Escritores