En los capítulos anteriores nos hemos centrado en los conceptos básicos para empezar a disparar, controlar la exposición (dentro de lo poco que nos permite la cámara del iPhone), pero ahora toca dar un paso más. Si ya tenemos asimilado todo lo explicado anteriormente y ya nos manejamos bien técnicamente y sabemos cómo manejar bien los controles básicos la cámara (no olvidemos probar distintas aplicaciones hasta dar con la que más nos agrade y nos sintamos cómodos), ahora hay que levantar la vista de nuestro iPhone y empezar a mirar y observar bien los motivos que queremos capturar.

Es normal que al principio nos fijemos en exceso en tener bien los controles preparados, en sacarle el partido a las aplicaciones para disparar con nuestro iPhone, pero tenemos que superar esa barrera. Una vez hemos practicado suficiente los pasos que ya hemos explicado es el momento de asimilar otros conceptos que conllevan entrenar nuestra mirada e intentar captar mejor nuestros motivos. Para ello es esencial aprender a componer, o al menos, a mejorar la composición de nuestras fotografías con iPhone. Y en relación a esto, también a elegir el encuadre más adecuado. Así podéis echar un vistazo a los capítulos correspondientes en Xataka Foto, que seguro serán muy útiles en este momento.

 

Reglas y conceptos básicos para componer nuestras fotos con iPhone

En realidad, no hay apenas diferencia al encuadrar y componer con cualquier cámara, se trata más de un concepto básico de fotografía, pero que nosotros podemos aplicar perfectamente a la limitada cámara del iPhone.

Cuando vemos fotografías a veces no caemos que esa que nos ha llamado la atención, esa que tiene algo que nos cautiva y nos hace fijarnos, es porque su composición es muy buena. Está equilibrada, sigue alguna de las reglas de composición, además de un buen motivo, el encuadre, el color… Eso precisamente es algo que vamos a revisar pero que requiere de mucha práctica y, sobre todo, de empezar a entrenar nuestra mirada, a ver la foto con nuestros ojos antes que en la pantalla de retina del iPhone.

Otro de los puntos a favor de estudiar bien la composición es que aunque requiere de ciertos conocimientos, es nuestra intuición, nuestra capacidad de observación, nuestro criterio y nuestra percepción los que entran en juego. Aprender a componer no es otra cosa que organizar el espacio visual dentro del encuadre de nuestra cámara y hacerlo de forma armoniosa y equilibrada y para ello podemos seguir algunas reglas que nos ayudarán.

La famosa regla de los tercios

Los que tengáis más conocimientos de fotografía ya lo conoceréis, para otros seguro que solo os suena, y es que la regla de los tercios es muy elemental pero muy efectiva para dar ese paso a la hora de componer y mejorar nuestras fotografías. Se define de forma muy simple: tenemos que dividir la imagen en nueve partes iguales, con dos líneas horizontales y dos verticales. Por suerte no hace falta esforzarse mucho con la imaginación, ya que la misma aplicación nativa Cámara del iPhone nos permite visualizar en la pantalla estas líneas (desde la aplicación en Más > Cuadrícula). Recomiendo tenerla siempre activa ya que no es molesta y muy útil.

Pero ¿qué conseguimos con estas líneas y dividir el encuadre en nueve partes? muy fácil, la idea es intentar colocar los elementos principales, el motivo de nuestra escena a lo largo de estas líneas (por ejemplo la línea del horizonte en un paisaje) o bien en los puntos en los que se cruzan estas líneas.

Parece que no tenga demasiada importancia pero la tiene, ya que esta regla de los tercios nos ayuda a lograr una composición equilibrada. Es muy útil para paisajes, donde nos servirá para no situar la línea del horizonte justo en el centro sino justo en el tercio inferior o superior, según queramos darle más protagonismo a una u otra parte de nuestra escena. Igual para tomas verticales en las que nos ayudará a situar una persona en un retrato, un edificio o cualquier otro motivo vertical.

Existen aplicaciones fotográficas para iPhone que además de la típica cuadrícula que sigue esta regla, nos permite visualizar otras guías que siguen la sección áurea o la simetría dinámica, que también nos ayudan a componer y elegir donde situar el motivo principal (como Camera Awesome o Pro Camera).

Otras cuestiones importantes en la composición

Además de esta famosa regla de los tercios hay que tener en cuenta otros aspectos importantes. Uno de ellos es la elección del punto de vista: esencial elegir un punto de vista según el motivo y sobre todo intentar salir del habitual (de pie con nuestro iPhone justo delante de nuestra mirada) y experimentar con otros ángulos, más bajos, por encima del motivo… todo ello ayuda sobremanera a una composición más llamativa y debe ir encaminado a despertar interés visual en lo que estamos capturando.

Otro aspecto a destacar es la simetría (y asimetría), ya que no siempre debemos centrar nuestro motivo en el centro (para eso podemos ayudarnos de la regla de los tercios), además podemos jugar con otros factores que ayuden a componer como el color, las formas o la textura.

Por último, hay que tener en cuenta la perspectiva. Hay que elegir muy bien si queremos que nuestro motivo esté muy cerca o más lejos, y en todo caso siempre saber encontrar esa armonía para que se pueda comparar su tamaño y también jugar con la profundidad, otro aspecto esencial.

Una gran ventaja es que podemos hacer siempre muchas pruebas, varias capturas jugando con estos aspectos hasta lograr la más adecuada. De hecho es lo más recomendable y también importante no descartar las capturas. Aunque la pantalla de retina se ve estupenda no juzguemos totalmente para borrar una imagen hasta que no la podamos ver en mejores condiciones, como en una pantalla más grande. Por ello, dispara varias tomas y no elimines ninguna. Con calma, posteriormente, ya podrás hacer la selección (aunque esto ya lo trataremos en el capítulo dedicado al flujo de trabajo y como organizarnos mejor nuestras capturas).

Por último, con respecto al encuadre, hay una máxima esencial que debemos tener siempre: simplificar y simplificar. Es un error habitual en el fotógrafo principiante elegir demasiados motivos a la hora de componer (porque si tenemos una buena escena es tentador captarlo todo). Es importante saber descartar detalles, prescindir de todo lo que pueda distraer y atender únicamente a un solo motivo, eliminar lo que recarga el encuadre y quedarnos solo con los elementos más importantes con los que vamos a realizar una composición equilibrada.

Encuadrar con iPhone, tan fácil como con una compacta

Aunque siendo un smartphone su diseño está concebido de forma vertical, a la hora de usar la cámara del iPhone tenemos total libertad para elegir el mejor encuadre (y es ideal para jugar con ellos y ser más creativo). Es más, veo que muchos usuarios tienden a usar el iPhone (y otros teléfonos con cámara) de forma vertical en sus tomas, sea un retrato, un paisaje o cualquier otro motivo. Esto es una forma de limitarnos, nada nos impide elegir cuando queramos un encuadre horizontal, a pesar de que la cámara esté situada justo en una esquina del teléfono. Esto no es ningún problema y no debe limitarnos.

Por ello, y sabiendo que en horizontal también podemos usar el botón de aumentar el volumen del lateral como disparador, lo tenemos igual de fácil. El formato apaisado, el más habitual para paisajes, el más común y también el más fácil a la hora de componer. Eso sí, no conviene abusar de él y estudiar que otro encuadre nos interesa más en función del motivo.

El encuadre vertical es ideal para retratos, pero no debemos limitarnos ni abusar tampoco. Experimentemos, probemos otras posibilidades. Ya elegiremos la mejor toma después, primero nos concentramos y enfocamos en el motivo a fotografiar y probemos distintos encuadres, puntos de vista y sigamos la regla de los tercios (o no, porque podemos romperlas y ser más creativos).

Otro opción que ha resurgido enormemente gracias a la fotografía con móvil, y aquí es esencial el valor que el iPhone ha aportado, es el formato cuadrado. Aquí dos fenómenos fotográficos como Instagram e Hipstamatic tienen mucho que ver con ello, lo que ha provocado que casi todas las aplicaciones fotográficas para iPhone nos permitan ya no recortar una fotografía en proporción 1:1, sino disparar directamente en este encuadre. Y eso que este encuadre es muy limitado y cuyo origen proviene de las famosas Polaroid y de las cámaras analógicas de formato medio (que disparaban películas a 6×6).

El formato cuadrado tiene como desventaja, además de ser más limitado que el horizontal o el vertical, que conlleva mayor dificultad en la composición. Aunque, tras echar un vistazo a fondo en Instagram, esto no parece que suponga ningún problema para muchos usuarios de iPhone, que lo han asimilado con bastante naturalidad. Y casi diría que es el más utilizado hoy en día.

Pero no nos olvidemos tampoco del formato panorámico, que resulta muy interesante e impactante para paisajes naturales y urbanos y que siempre consigue destacar en escenarios amplios y llamativos. Para ello, tenemos varias aplicaciones que nos permiten capturar panorámicas tanto verticales como horizontales con mucha comodidad y que merecen la pena probar (sobre todo los aficionados a la fotografía de paisaje). Algunas de ellas son:

  • 360 Panorama: una de las mejores, muy fácil de usar aunque requiere algo de práctica porque es muy completa.
  • Photosynth: es de Microsoft (¡cuidado haters!), pero también cumple muy bien su cometido y es gratuita.
  • Demandar Panorama: muy automático y simple.
  • AutoStich Panorama: permite más creatividad y combinar fotos sin uniones
  • Pano: con una sencilla interfaz, es una veterana en la App Store

Y si sois muy fans de las panorámicas (y muy geeks) también podéis optar por Kogeto Dot Panoramic, un objetivo que nos permite tomar fotos y vídeos en 360º de forma muy curiosa, que fue presentado recientemente en el CES 2012.

Os recordamos que podéis mostrarnos vuestras fotos con iPhone bien en Flickr (añadiendo al grupo de Applesfera) o bien en Instagram usando el tag #applesfera.

 

Fuente: Applesfera.com





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